El tapón de corcho esta en peligro. La producción se recorta un 40%, los precios caen y el 80% de la industria desaparece en Andalucía. En la actualidad mantiene una enérgica competencia con el de plástico y rosca aunque aún tapa el 72% de las botellas de vino que se consumen en el mundo. Organizaciones conservacionistas, grandes empresas del corcho y políticas nacionales e internacionales luchan por demostrar la calidad del producto. Mientras, poblaciones enteras se emplean en las tareas de mantener y modelar unos bosques mediterráneos de los que se sienten parte indisociable. En verano los hombres del corcho se convierten en los constructores de socioecosistemas únicos y reconocidos por la Reserva de la Biosfera Intercontinental entre Andalucía y Marruecos. (Texto de Agustín Coca para el reportaje «Los hombres del corcho»).